jueves, 3 de abril de 2014

Genialidad

A propósito de las múltiples preguntas que me planteáis sobre la inteligencia y las posibilidades de mejora de unos sobre/contra otros me quedo sin palabras y respondo con la cita de Einstein


Es cierto, la inteligencia se desarrolla, PODEMOS cambiar nuestros listones, separar los bornes que nos asaltan en los cantiles, controlar nuestras emociones y no saltar, conformarnos o reformarnos. Sin embargo tal vez el fin no sea lo importante, lo que nos hace nadar contra o a favor de la corriente no debería destacarnos, lo digno es nadar.

1 comentario:

  1. Óscar Díaz Rodríguez

    EMILIO DURÓ - OPTIMISMO E ILUSIÓN

    Emilio Duró le da un enfoque humorístico a su ponencia. Comienza haciendo un repaso de su vida para introducir algunos aspectos. Por un lado nos explica el éxito que había alcanzado para, después de ciertas circunstancias personales, reflexionar sobre cómo te vende la sociedad algunas ideas. Tras esto, dice una cosa muy interesante, ¿por qué parece que hay personas a las que todo le sale bien y a otras todo lo contrario? -lo que es directamente proporcional al título: ''optimismo e ilusión''-. También hace un chiste sobre la edad y la innovación, y es que parece que los destinados a innovar están más cerca de la edad de la caja de pino que de la de cambiar las cosas. Después retoma el tema del éxito en las personas partiendo de la pregunta ¿qué es el éxito?. Cómicamente expone cuál es el éxito en las diferentes etapas de la vida. No es lo mismo tener tres años que noventa, pero parece que la meta de ambos, en palabras de Emilio Duró, es no mearse encima -no tomar esto al pie de la letra-, y es que la vida llega a un momento que parece que gusta de retroceder. Sigue con su exposición de cómo afrontar las cosas, pone el ejemplo de esas preguntas tan recurrentes: ¿me echarán del trabajo? ¿quebrará algún día mi negocio? Las respuestas a estas cuestiones son bien sencillas. Pues claro que te acabarán echando, el problema es cuándo, y por su puesto que tu negocio quebrará, pero la respuesta se repite, cuándo. Es aquí donde debemos ver el vaso medio lleno, y así llenarnos de optimismo, puesto que es probable que de esta manera el cuándo se retrase. La gente se preocupa demasiado por la vida, prosigue Duró, y al fin y al cabo no vamos a salir vivos de ella, así que menos preocupaciones y más ilusión y optimismo, que quieras que no seguro nos viene mejor. Por qué esa manía de charlar siempre del trabajo, de las obligaciones, etc. como bien dice él, eso no es algo normal. Concluye con una broma sobre lo que estudian los psicólogos y lo que él estudia, los primeros se encargan de gente con problemas, a diferencia de él, quien observa a las personas con una flor en el culo.
    Para terminar, una reflexión personal acerca de este tema expuesto por Emilio Duró. Si creemos que algo nos va a salir bien -optimismo- aumentarán las probabilidades de que esto sea así, en cambio, si creemos que nos saldrá mal -pesimismo- es más probable que así sea. Esto es a lo que llamamos el efecto pigmalión. Si nuestras expectativas son buenas nos condicionarán de tal manera que, en la mayoría de los casos, se convertirán en profecías autocumplidas, es decir, serán ciertas.

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