viernes, 26 de abril de 2019

Marx, sin hermanos y algunas crisis revolucionarias

Marx y Engels pensaron que la futura revolución social y el partido proletario que surgiría deberían tener un carácter internacional –o cuando menos europeo-. En ese momento, no eran los únicos en pensar de esa manera. Desde la Revolución Francesa - y la guerra que siguió – ganó fuerza entre los demócratas más avanzados la idea de que la próxima revolución sería continental. Esta concepción se transfirió al naciente movimiento obrero y socialista.
Por eso mismo, los primeros años de la década de 1840 atraparían a los jóvenes proscritos Marx y Engels involucrados, en cuerpo y alma, a la formación de los llamados Comités de Correspondencia Comunista. Se organizaron en Bélgica, París y Londres. Hubo un intercambio activo entre las distintas organizaciones obreras y revolucionarias. En Londres los principales miembros de la Comisión estaban vinculados a la Liga de los Justos y el movimiento cartista. Estos, a su vez, solicitaron que sus miembros de otras regiones también se convirtieran en corresponsales.
Según Marx, este trabajo tuvo como objetivo establecer "el contacto de los socialistas alemanes con los socialistas franceses e ingleses; mantener actualizados a los extranjeros sobre los movimientos socialistas que se desencadenaron en Alemania, así como informar en Alemania sobre el avance del socialismo en Francia e Inglaterra. De este modo, podían manifestarse diferencias de opinión y llegar a través de un intercambio de ideas, a una crítica justa. "




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